En este artículo daremos un repaso la historia del cannabis, comenzando desde los orígenes y desvelando algunos de los hechos más importantes en la historia evolutiva de esta planta.
¿Cómo ha cambiado el cannabis desde su origen hasta la actualidad?
La planta del cannabis como la conocemos no tiene nada que ver con sus ancestros, es decir, con la forma, el aspecto y la composición química de los ejemplares salvajes que se encontraban en la naturaleza hace miles de años.
Y es que la historia del cannabis, o mejor deberíamos decir, la historia del cannabis y el ser humano, se compone de varios capítulos que no solo tienen que ver con la evolución de la planta en sí como especie, sino también con la influencia que los humanos hemos tenido en esta evolución.
Los orígenes del cannabis
Se cree que el cannabis surgió originalmente en algún lugar de la cordillera del Himalaya, y que permaneció salvaje hasta hace aproximadamente unos 12.000 años, fecha en la que data la primera domesticación de la planta por parte del hombre.
En realidad, la evidencia más antigua que tenemos de una planta de cannabis es un fósil de resina encontrado en una tumba en Asia. Se sabe que el cultivo de la Cannabis Sativa, L comenzó en Asia Central y que fue entonces cuando comenzó su domesticación como especie; esto quiere decir, que comenzamos a “moldear” la planta para satisfacer nuestras necesidades, ya fueran terapéuticas, para obtener su efecto psicoactivo que ayudaba a realizar ciertos rituales espirituales o, en el caso del cáñamo, para la obtención de fibras y otros materiales.
Asimismo, en Egipto también se ha encontrado cannabis y cigarrillos liados de cannabis en tumbas, así como numerosas referencias al cannabis en jeroglíficos y figuras mitológicas egipcias.
De hecho, incluso en la biblia se puede interpretar que se habla sobre cannabis, aunque sin referirse a él como tal. Desde menciones a un ungüento en base de aceite de oliva con una planta llamada kane-bosm y propiedades curativas, hasta menciones a una planta o «palo resinoso» al cual también se le atribuían propiedades sanadoras.
¿En qué consiste la domesticación del cannabis y cómo ha afectado a la planta?
La domesticación del cannabis, como de cualquier otra planta como el tomate o la patata, no es otra cosa que su cultivo tradicional en el que se van descartando, a lo largo de los años y los ciclos de cultivo, aquellos ejemplares que no interesan. De ese modo, la especie va tomando la forma y las características que interesan a los agricultores.
Pongamos por ejemplo el caso del cannabis y sus usos tradicionales, cuando se comenzó a cultivar esta planta, seguramente los cannabicultores de la época fueron seleccionando aquellos individuos que por su morfología y sus rasgos eran mejores para el objetivo que debían cumplir con dicho cultivo.
Esto, en el caso de la Cannabis Sativa, L dio lugar a dos variedades como son el cáñamo y la marihuana. En el caso del cáñamo, se seleccionaron aquellas plantas que tenían una morfología más adecuada para la obtención de fibras: plantas más altas con tallos más largos, menor ramificación y flores menos profusas y pobres de resina.
En cambio, si el objetivo era obtener flores con grandes cantidades de resina para utilizar la planta para uso medicinal o recreacional, aquellos ejemplares con mayor formación de cogollos y más ramificados serían los que serían seleccionados.
De este modo, se fue domesticando la planta del cannabis en aquellas regiones en las que su cultivo ha sido una práctica habitual tradicionalmente como puede ser la India, Pakistan, y más tarde regiones de Centroamérica como México, Colombia o Perú.
¿Cómo se expandió la planta de cannabis por todo el planeta?
Si bien hemos establecido que los primeros cultivos de cannabis tuvieron lugar en Asia Central, más tarde esta práctica se fue extendiendo por todo el mundo. Primero pasó a Asia Oriental y más tarde al Oeste de Europa y Medio Oriente, luego a Asia Occidental, India, África y América.
Hoy en día, es difícil encontrar una región donde la planta no esté de alguna forma presente. Pero su difusión, hace cientos de años, comenzó gracias a los comerciantes que en sus viajes portaban semillas y, de este modo, la hicieron viajar de un continente a otro.
Sin embargo, esos ejemplares que se habían adaptado a las condiciones ambientales de Asia Central, tuvieron que adaptarse a otros climas y condiciones muy distintas, no se puede comparar el medio de algunas montañas de Nepal, por ejemplo, donde las plantas crecen en un clima árido y a gran altitud; con las condiciones ambientales de una selva del trópico.
Por ello, el cannabis desarrolló, con el paso del tiempo, ciertas características morfológicas y químicas como su composición de cannabinoides, terpenos y otras moléculas, destinadas a favorecer su supervivencia en el medio.
De este modo, podemos determinar que el ser humano no solo ha influido en la modificación del cannabis a través de su domesticación con su cultivo y selección, sino que también “forzó” a la planta a cambiar para adaptarse a nuevos medios cuando la “sacó” de su región original.
Clasificación del cannabis: Sativa, Índica y Ruderalis
Como acabamos de mencionar, a medida que el cannabis se extendió por todo el planeta la planta se adaptó a las condiciones de cada región creando así otras variedades.
En 1753 un botánico sueco llamado Carl Linnaeus se dio cuenta de que la planta del cannabis había ido cambiando a medida que se diseminaba por todo el planeta modificando sus características morfológicas. Por ello, este estudioso del reino vegetal estableció una clasificación de tres tipos de variedades según su región y morfología.
A las plantas altas y de foliolos delgados típicas de regiones cálidas y húmedas cercanas al trópico las denominó Cannabis Sativa; a aquella variedad de hojas gruesas y oscuras, que creía en climas fríos de las montañas de la india la llamó Cannabis Índica; y a las pequeñas plantas de cannabis que se adaptaron a los veranos cortos y a las pocas horas de luz de algunas regiones de Siberia las denominó Cannabis Ruderalis.
Así, sin saberlo, este botánico estableció las bases de la clasificación según ciertas características de las cepas de cannabis que ha perdurado hasta día de hoy, y que ha servido para establecer los pilares de la industria cannábica moderna. Hoy en día, este concepto empieza a quedarse obsoleto, por lo que en próximos artículos trataremos en concreto este tema.
Cannabis, una especie dioica
Pero esta no fue la única gran aportación de este apasionado del cannabis. Linnaeus también notó que el cannabis se trataba de una especie dioica, es decir, que la marihuana tenía ejemplares macho y ejemplares hembra.
De este modo, estableció que la reproducción de la especie se llevaba a cabo mediante el cruce de los individuos masculinos y femeninos, y también observó que, si aislaba las hembras en su balcón, impidiendo que estas fueran polinizadas, sus flores se desarrollaban y daban como resultado cogollos de mayor tamaño y un aroma mucho más intenso.
Sin saberlo, este botánico había descubierto lo que siglos más tarde los californianos denominarían “marihuana sinsemilla”, un concepto que hoy en día está ampliamente asimilado pero que entonces fue toda una revolución.
Sin embargo, todavía tenían que pasar cientos de años para que se produjera la explosión y aceleración exponencial de la domesticación del cannabis, es decir, cuando comenzamos a tomar mayor control sobre la planta del cannabis a través de los llamados procesos de breeding. Algo que, sin duda, cambió para siempre no solo la apariencia y características de la planta, sino también nuestra forma de consumirla.
Pero para descubrir todo esto y mucho más tendrás que esperar a la segunda entrega de la historia del cannabis by Cali Terpenes, donde indagaremos en los avances que se han producido en las últimas décadas y todo lo que hemos descubierto sobre el cannabis hasta ahora.
¡Hasta pronto!
Cali Terpenes